martes, 30 de marzo de 2010

Mapa.


Sho volvió su mirada a la mujer que descansaba una mejilla en una de sus palmas con aire aburrido. Evidentemente se sabía el discurso de memoria.
_No tengo dinero._ Aclaró Sho, que era un muchacho de pocas pero precisas palabras. Entonces una pequeña campanita que colgaba a su lado sonó. Y la mujer arrancó un recado que tenía sobre la mesada.
_ Su pedido ya está listo, señor._ dijo al hombre de bigote el que inmediatamente se metió por la puerta. Después se volvió a Sho._ Bienvenido a “el arcángel apurado” esta… oh, ¿sigues aquí, humano? _
_Necesito llegar a la base “anaconda”._ Agregó Sho imitando el aire apesadumbrado de la mujer. La misma lo miró un largo rato sin atinar a decir nada con expresión ida. Entonces salió otra vez el señor por la puerta, esta vez vestía un vistoso traje negro perfectamente alistado con un pañuelo rojo en el bolsillo y zapatos lustrosos, también llevaba un bastón dorado muy elegante. Se alejó después de una pequeña reverencia. Era el ser de aspecto más normal que había visto hasta ahora, exceptuando, claro, el curioso rechinar metálico que hacían sus articulaciones al andar.
_ Bienvenido a “al arcángel apurado” esta, su tinto… ¿Por qué estas acá aún?_ el chico entrecerró los ojos, tomó aire para uno de sus largos monólogos que solo ocurrían muy de tanto en tanto, pero unos suaves tirones en su camisa lo hicieron detenerse y bajar la cabeza.
Allí estaba una de las tres niñas-ángel que reía risueña y le extendía un papel. Sho lo tomó. Era un mapa hecho en trazos infantiles, según él solo tenía que atravesar el bosque por un camino que empezaba casi inmediatamente a su izquierda. Volvió a mirar a la niña, era muy hermosa con su delicada piel de mármol, facciones redondeadas y hoyuelos en las mejillas. Entonces recordó que le faltaban sus alas, se la imaginó con ellas y se estremeció. Todos los seres que había conocido con rostro humano y alas lo habían, mordido, manipulado o simplemente intentado asesinarlo.
_Gracias._ dijo a la niña, quién miró a sus compañeras y las tres rieron alegremente. Entonces Sho se retiró siguiendo el linde del bosque.

3 comentarios:

  1. Quiero seguir leyendote pau. Avisame cuando subas algo más.

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  2. para cuando el capitulo que sigue? saludos!

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  3. ya esta en proceso... bueno casi... ya habita en mi mente, claro yo les pego el grito. un beso, chicas.

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