viernes, 2 de enero de 2009

Mil veces "¡Demonios!"



"¡Maldito cachibache de fantasías!" Pensó Sho salpicando el asfalto con espesas gotas de sudor sanguinoliento. "Voy a quebrarte las esqueléticas patitas" El hada que estaba parada soberbiamente de espaldas al chico, se voltio indignada y insultándolo exaltada lo roció con una casi imperceptible lluvia de saliva. Acto seguido, se coló por la mugrienta rejilla de rezagote de lluvia y se perdió de vista.
"Huy mierda, se enojó" Sho se colocó nervioso la boina que llevaba en la mano "Mejor me voy". Comenzó a caminar nervioso por un callejón a oscuras que estaba a su derecha, cualquier cosa era mejor que un hada enojada. Pero no pudo alejarse ni dos metros cuando la tapa del rezagote salió disparada.
Sho miró aterrado como seis grandes patas mecánicas emergían de las cloacas, el gran artefacto se posó frente a él y antes de que pudiera hacer algo lo succionó con la enorme sopapa que tenía por boca, Sho se metió de seco en la máquina con el único recuerdo de la malévola risa del hadita.

Mil suertes.
Mi nombre es Simbelmynës.
Ojala les guste mi historia.

1 comentario:

  1. Humo te extraña, Simbelmynës. Hazme saber cuando volveras a tus tierras para rememorar viejos tiempos de café y tabaco.
    En otras palabras: aai gila avisame cuando vengas de vacasiones qe hasta qe mis viejos me pagen el pasaje, podemos morir tranquilas. Un besin :)

    ResponderEliminar